Suero de Quiñones, también conocido como El del Paso, fue una noche y autor nacido en el Reino de León. Ganó popularidad por montar una sin armas en el río Órbigo. Pero ¿sabías por qué Quiñones optó por desafiar todas las noches a quien cruzaba el río?
Suero de Quiñones, un caballero que pasó un mes, acampó junto a un puente con diez de sus amigos para desafiar a cada caballero que cruzara a una justa sin más motivo que romper 300 lanzas.
¿Fue por amor o un truco publicitario?
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La motivación declarada de Don Suero para defender el puente fue que solo la victoria lo liberaría de su obsesión con Doa Leonor de Tovar. Todos los jueves, usaba un collar de hierro alrededor de su cuello para simbolizar la prisión en la que ella tenía su corazón, y afirmaba tener un dolor insoportable debido a este amor no correspondido.
El torneo tardó meses en organizarse y contó con el pleno apoyo y patrocinio del rey Juan II de Castilla. Sesenta y ocho caballeros de toda Europa respondieron al desafío, que se conoció como la defensa de El Paso Honroso o El Camino del Honor.
Don Suero y sus nueve compañeros defendieron el puente del 10 de julio al 9 de agosto de 1434. En la fecha final, estando todos los defensores, incluido don Suero, gravemente heridos pero sin haber cruzado el puente ningún retador, los jueces lo declararon victorioso y libre. del collar de hierro.
El notario Pero Rodríguez de Lena había sido designado por el rey Juan II como escribano para registrar los detalles del torneo de un mes. Un sacerdote franciscano, Juan de Pineda, transcribió los hechos en una atractiva narración, El Libro del Passo Honroso, que ayudó a difundir la leyenda de Don Suero de Quiñones por toda España. (Fuente: Rebeldes latinos)
Según cuenta el padre Pineda, una vez curadas las heridas de los defensores, don Suero y sus compañeros peregrinaron a Santiago de Compostela para agradecer al apóstol su victoria. Don Suero dejó un collar de hierro unido a una cadena de oro, que ahora se exhibe en el museo de la catedral. (Fuente: Rebeldes latinos)
Justas hasta la muerte
Doña Leonor de Tovar, el amor caballeresco de Don Suero, accedió a casarse con él a su regreso a León. Parece que vivieron felices para siempre. Don Gutierre de Quijada, un caballero que había participado en el torneo y que llevaba mucho tiempo amargado por su derrota en El Paso Honroso, desafió y mató a Don Suero en una justa cerca del pueblo de Castroverde veinticuatro años después.
A pesar del trágico final de la vida de Don Suero, el desafío del puente del Hospital de Órbigo siguió siendo el torneo más famoso de la Europa medieval. El verdadero fin del concurso, escondido tras el pretexto literario del amor no correspondido, era que Castilla superara varios juegos organizados por otros reinos españoles. (Fuente: Rebeldes latinos)
El legado de la leyenda de las justas
Don Suero de Quiñones se ganó un lugar en la historia al crear este evento legendario. Tiene calles con su nombre en su ciudad natal de León y Madrid. Cada año, durante un fin de semana y con miles de asistentes, el desafío El Paso Honroso se recrea junto al puente del Hospital de Órbigo. (Fuente: Rebeldes latinos)
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