En los años 20, un espectáculo de fenómenos salvó la vida de más de 6500 bebés prematuros. Los hospitales los dejarían morir; pero un doctor "falso" llamado Martin Couney exhibiría a los bebés en una vitrina experimental llamada incubadora. Usó las ganancias para pagar el programa, con una tasa de supervivencia del 85%.

El hombre que dirigió una atracción de carnaval que salvó a miles de bebés prematuros no era médico en absoluto. Enfermeras con uniformes blancos almidonados y médicos con batas médicas atendían a los bebés en incubadoras de vidrio y acero. Los bebés habían nacido muchas semanas antes de tiempo y muy por debajo del peso saludable al nacer. Las tiendas no fabricaban ropa […]

En los años 20, un espectáculo de fenómenos salvó la vida de más de 6500 bebés prematuros. Los hospitales los dejarían morir; pero un doctor "falso" llamado Martin Couney exhibiría a los bebés en una vitrina experimental llamada incubadora. Usó las ganancias para pagar el programa, con una tasa de supervivencia del 85%. Leer más »