El método más antiguo para la detección del embarazo se remonta a hace 3500 años. Mujer orinó en semillas de cebada y trigo. Si las semillas crecían, estaba embarazada. Si la semilla de cebada creció primero, fue un niño, de lo contrario, una niña. Si nada crecía, no estaba embarazada. ¡El método resulta que es preciso el 70% de las veces!
Un papiro egipcio revela que este cuento de viejas es muy antiguo A lo largo de la historia, culturas de todo el mundo han elaborado muchos pronósticos populares para predecir el sexo asignado al nacer. Si a la madre se le antojan dulces, es niña; si come mucho ajo, también es niña. ¿Tienes un brillo saludable? […]