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¿Cómo obtuvieron justicia las víctimas de abuso doméstico en Baltimore a mediados del siglo XX?

Baltimore, Maryland y Delaware son conocidos por usar azotes o azotes como castigo durante la década de 1880 hasta mediados de la década de 1900. La última flagelación entre los tres estados ocurrió en Delaware en 1952, que tuvo la mayor cantidad de casos de flagelación, ya que más de 24 delitos se castigaban con flagelación. 

Una ley de 56 años en Baltimore durante la década de 1930 castigaba a un golpeador de esposas atándolo a un poste antes de azotarlo varias veces de forma continua. Dado que a menudo escapan a la condena, esta es la única forma en que las víctimas pueden obtener justicia.

Agresión doméstica temprana y su amplia aceptación

Durante el gobierno de Rómulo en Roma en 753 a. C., golpear a la esposa se consideraba normal. Con el apoyo total de las leyes del castigo, los esposos tenían la autoridad justa para corregir o disciplinar a su esposa de manera física. Dado que la responsabilidad por los delitos cometidos por las esposas caía bajo la culpa del marido en términos legales, esta ley protegía a los cónyuges del daño provocado por su cónyuge maleducado.

Desde 1200 d.C. hasta el siglo XIV, la agresión a la esposa fue una práctica estándar. En algunas regiones del mundo, la Iglesia Católica Romana promovió la idea de que era correcto agredir físicamente a su esposa siempre que fuera para su beneficio. (Fuente: Salón de Santa Marta

“Cuando veas a tu esposa cometer una ofensa, no te apresures con insultos y golpes violentos… Regañala duramente, intimida y aterroriza. "

Reglas para el matrimonio

(Fuente: El diario del trauma

En la década de 1600, las mujeres maltratadas se escondían de sus abusadores en convenios, haciendo de los convenios el primer refugio para mujeres maltratadas. Más de cien años después, en 1767, el permiso de un hombre para golpear a sus esposas vino de la regla general tanto en Gran Bretaña como en los Estados Unidos. La regla general decía que una vara más delgada que el pulgar del hombre es un arma legal de elección para infligir dolor a su esposa. (

Dicho esto, la violencia doméstica, desde el reinado de Romulus, fue una práctica ampliamente aceptada en todo el mundo. Sin los numerosos movimientos feministas y de derechos civiles influyentes de principios del siglo XX, la violencia contra las mujeres seguiría siendo una costumbre. (Fuente: Salón de Santa Marta

Castigo por agresión a la esposa anticuada de Baltimore

Durante más de 50 años, Baltimore castigó a los golpeadores de esposas con azotes. El castigo de Clyde Miller, la última persona conocida que fue azotada por agresión a su esposa, comenzó atándolo a un poste de madera con forma similar a una cruz en la cárcel de la ciudad de Baltimore.

Cincuenta personas vieron como comenzó la paliza con Clyde Miller azotado 20 veces seguidas por el sheriff Joe Deegan con un gato de nueve colas, un mayal de varias colas. Los 20 golpes dejaron a Miller llorando y gimiendo, casi desmayado por el dolor. Y aunque el alguacil Deegan no se deleitó con la tarea que se le impuso, expresó que no tenía otra opción, ya que era solo un instrumento de la ley.


Baltimore, Maryland y Delaware utilizaron la flagelación para castigar a los que golpeaban a las esposas, pero a diferencia de Baltimore, Maryland promulgó esta ley a principios de la década de 1880, mientras que la última flagelación en Delaware ocurrió en 1952. Según lo declarado por la Legislatura de Maryland, la detención repetida de hombres y la La lucha por adquirir una convicción de sus dependientes provocó la necesidad de un castigo con latigazos. (Fuente: Centro de Historia y Cultura de Maryland)

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